Nos levantamos prontito para hacer una ruta de senderismo antes de visitar los castillos cátaros, decidimos hacer una cortita y empezamos a andarla, pero al ver que se podía hacer en bici, damos media vuelta y cambiamos los pies por las ruedas. Por la tarde visitamos Carcassonne, ciudad medieval amurallada, muy bonita aunque quizá demasiado turística. Al partir hacia Sete, descubrimos que los túneles bajitos y curvados y las autocaravanas capuchinas no son buenos compañeros de viaje. Vamos, considerable cachiporrazo en el lado derecho del techo... por poco hemos salvado la gotera. Muy cabreados seguimos hacia Sete. 
Allí nos vamos a una terraza de verano y 
acabamos cuestinando si realmente merece la pena tanto lío: hemos vivido muchas novatadas en pocos días. Por cierto, como no tenemos electricidad, tuvimos que cargar el móvil en el bar ocultándonos del camarero. Acabamos dando una vuelta nocturna en barco por el puerto, no está mal la experiencia aunque tenemos que mejorar el francés para enterarnos de las explicaciones.
Mañana destino Arles.
Allí nos vamos a una terraza de verano y 
acabamos cuestinando si realmente merece la pena tanto lío: hemos vivido muchas novatadas en pocos días. Por cierto, como no tenemos electricidad, tuvimos que cargar el móvil en el bar ocultándonos del camarero. Acabamos dando una vuelta nocturna en barco por el puerto, no está mal la experiencia aunque tenemos que mejorar el francés para enterarnos de las explicaciones.Mañana destino Arles.
¡Saludos!
ResponderEliminarGracias por prestar atención a mi aviso.
Por su importancia, este aviso está subvencionado para que llegue a la persona adecuada.
Soy Ana María, de Tarragona, almirante jubilada, en cuidados intensivos por enfermedad.
Por esta enfermedad y por lo que revelan mis exámenes médicos, mi supervivencia es limitada.
Al no tener familia, mi padre eclesiástico y guía espiritual me recomienda dar mi herencia para obtener el favor divino por las actividades en las que me he involucrado durante mi carrera.
Para ello, deseo colocar a mi bichón Mila, que ha sido la alegría de mi vida durante los últimos años, con una familia, y una suma de 317.000 euros que, además de proporcionar los cuidados necesarios a Mila, se utilizará para ayudar a los niños pobres y a las personas sin hogar.
Para ayudarme a cumplir esta misión, me gustaría pedir a quien esté interesado que se ponga en contacto conmigo por correo electrónico para mantener una conversación franca y honesta.
Muchas gracias.
anamariajulio38@gmail.com